Esta salsa de tomate es para todos los públicos. No hace falta que seas vegano, ni vegetariano para beneficiarte de sus propiedades. Es un sustituto perfecto a la salsa de tomate frito, pero es baja en calorías, sin grasas ni frituras.
La puedes utilizar para preparar pastas (raw o no), pizzas, etc...
Lo que necesitas:
5 ó 6 tomates secos (rehidratados durante un par de horas)
1 tomate grande o maduro (o dos medianos)
1/2 diente de ajo
Un chorrito de aceite de oliva
Una pizca de sal
Una pizca de pimienta negra
Orégano o Albahaca al gusto
Preparación:
Tritura todos los ingredientes hasta que adquieras una salsa tipo puré. Comprueba que su textura es homogénea y no tiene grumos.
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